Desde que me mudé a mi actual barrio, cuando me independicé de mis padres hace 5 años, nunca había tenido problemas con nadie. Es una zona tranquila, tenemos una vía principal por lo que transitan bastantes carros a ciertas horas, así algunos pequeños locales donde se venden frutas, verduras o ropa. Este siempre ha sido un barrio tranquilo, donde todos los vecinos se conocen.
Cuando me mudé a esta casa, noté que la mayoría de las personas que viven en el barrio ya eran adultas o ancianos, casi no habían jóvenes. Quizá yo, a mis 28 años de esa época, era el vecino más joven de todo el barrio. Mis vecinos eran una pareja de adultos mayores por un lado, y por el otro una señora muy amable, de unos 60 años, que me recibió con una de las plantas de su jardín como regalo.
Últimamente, he notado una presencia extraña en los al rededores de mi casa. Cuando regreso del trabajo, a las 6:00 pm, siempre miro a un tipo que se encuentra sentado a la acera al frente de mi casa. Lleva una chaqueta con gorro, parece estar fumando. Me da una muy mala impresión, lo he visto sentado en la acera del frente aún siendo las 8:00 de la noche. He llamado a la policía, aunque estos insisten en que es un vagabundo.
Pasan los días, y la presencia de esta persona aumenta. Hace dos días, desde el segundo piso de mi casa, lo pude ver en la acera del frente de pie, sin camisa, al mediodía. Pude apreciar sus rasgos, que no son nada conmovedores. Es un hombre caucásico, de por lo menos unos 30 años. Es alto, de contextura delgada, talvez 1.80 cm, no tiene cabellera y posee barba aunque no muy poblada. El rasgo que más ha llamado mi atención, es que está tatuado en la mayoría de su cuerpo.
En su pecho, tiene innumerables diseños, desde letras y oraciones tatuadas en las costillas hasta diseños más tribales en los brazos. El tatuaje de la mitad de su cara asemeja una calavera, con los dientes, el orificio de la nariz, debo estar loco pero incluso vi su ojo pintado de negro. En su cabeza pelona, lleva el tatuaje de una corona de espinas tribal y en su frente, tiene tatuado un tercer ojo.
Lo más espeluznante de todo, es que no estaba viendo a mi casa, sino a la casa de mi vecina, doña Cruz, la señora que me recibió con una planta. Él solamente estaba en la acera del frente de pie, viendo fijamente hacia esa casa con una mirada de odio puro. La policía atendió a mi llamado, pero cuando llegaron era muy tarde, el tipo ya se había ido. Me preguntaron los rasgos de esta misteriosa persona, por lo que lo describí tal y como acabo de hacerlo contigo, noté que ambos policías se miraron como si supieran algo que yo ignorará, me dijeron que buscarían en los alrededores y se fueron.
Todos en el barrio seguían sus quehaceres con normalidad, como si yo fuera el único preocupado por el asunto. Así que intenté olvidarme un poco de esto, y me dormí temprano. Aunque las cosas no saldrían como pensé.
Eran las 2:30 de la mañana, era una noche tormentosa pero un sonido extraño me despertó. Fue un golpe seco, tal como si alguien estuviera tratando de abrir a golpes una puerta cerrada con llave. Tomé mi linterna y mi bate de baseball, revisé toda la casa mas no había nadie. No podía dejar de pensar en el rostro tatuado de la ya indeseable persona que he estado notando por días. Quizá fue mi imaginación, por lo que me fui a mi cama nuevamente. Un estruendo metálico me levantó nuevamente, pero esta vez me limite por ver en la ventana de mi habitación, con la cual puedo observar la acera de enfrente. No había nada más que lluvia.
Por la mañana, el sonido de las sirenas policíacas me obligaron a ver que sucedía afuera. Estaban en la casa de doña Cruz, el portón de su casa estaba destrozado, al igual que toda su casa por dentro. Cada silla, mueble, incluso los aparatos electrónicos, estaban destruidos. A ella la encontraron sin vida, cruelmente asesinada. Según los investigadores, tenía moretones y rasguños en todo su cuerpo, muchos huesos quebrados y parece ser que la estrangularon con tal fuerza que probablemente murió en segundos. Los policías que me entrevistaron el día anterior, llegaron directamente a hablar conmigo.
Me enseñaron unas fotografías de un reo que había escapado recientemente de la cárcel municipal, Rubén "Ojo Negro" Gómez. Fue encerrado hace 10 años por robos y múltiples asesinatos, los últimos ligados a prácticas de sectas. Es un tipo extremadamente peligroso, al punto de que con solo 20 años era temido en todo el barrio. Se tatuó el ojo y la mitad de la cara al unirse a la secta satánica, pero fue entonces cuando su propia madre le tendió una trampa en casa y los policías lograron atraparlo. Su madre era doña Cruz.
Este asesino era conocido por ser sigiloso pero sumamente violento, le gustaba masacrar a sus víctimas. La gente de mi barrio callaba sus actos por una de sus principales características, nunca dejaba a ningún testigo vivo. No importa cómo o cuándo, los alcanzaría y los eliminaría de la faz de la Tierra, brutalmente. Fue por esto que muchas familias, sobre todo en las que habían niños o jóvenes, se fueron del barrio.
Hace semanas Ojo Negro escapó de la cárcel a cumplir su venganza, asesinar a su madre. Pero él se dio cuenta de que alguien estuvo atrayendo a los policías, aunque éstos trataran de evitar encontrarlo, y él supo que ese alguien, fui yo. ¿Cómo puedo huir de él?, no puedo dejar mi casa, el esfuerzo de mi vida, solo porque un psicópata notó que estuve llamando a la policía cada vez que lo ví, aunque yo no tenía la menor idea de quién era él.
Pasaron días, los cuales se convirtieron en semanas. Los policías no encontraban rastro de Ojo Negro, y yo no volví a verlo en el barrio, aunque ciertamente cada día temía de él. ¿Me vió?, ¿estará cazándome? O siemplemente estará esperando a que dejen de transitar operativos policiales en su búsqueda. He pensado en mudarme, en irme lejos, pero mi economía no aguantaría eso. Al entrar a mi casa, siempre reviso cada esquina y no apago la luz si es estrictamente necesario. Mi arsenal de sobre-vivencia ha aumentado a una navaja que siempre llevo en la bolsa de mi pantalón, un machete que guardo debajo de mi cama y mi fiel bate de baseball.
Ambos sabemos que esto va a pasar, la incógnita es cuándo. Una noche particular, llegué más tarde del trabajo a mi casa, eran las 7:24 pm. Entre a mi casa verdaderamente cansado, casi al punto de no revisar nada en mi casa para irme directo a dormir, pero esa esencia a tabaco me despertó cual si hubiera tomado 3 tazas de café negro. Está claro que yo no fumo, pero sabemos quién sí.
Saqué mi navaja del pantalón, mientras intento encender todas las luces a mi paso y me dirijo al teléfono para llamar al 911. Parece no haber nadie, alcancé el teléfono y dudo si hacer la llamada de emergencia, pero el tiempo vale oro y marqué apresuradamente. Los timbrazos del teléfono son eternos, justo cuando atiende la operadora, logro discernir la silueta de un hombre al fondo de mi casa, solamente logro decir "Ojo Negro me ataca" y el propio asesino, cual demonio saliendo del infierno, emerge de la oscuridad, hacia mí a toda velocidad.
Soy torpe, nunca en mi vida he usado una navaja en defensa, solo atiendo a poner ambas manos hacia adelante con la cuchilla al frente, pero Ojo Negro me bloquea y me tira hacia el otro lado de la casa, en la cocina. Pierdo la navaja, el teléfono cae, y yo estoy adolorido en el suelo. El ojo tatuado del asesino es realmente macabro, él avanza lentamente hacia mí terroríficamente. Antes de que pudiera levantarme, él ya estaba pateándome con mucha fuerza. Siento mis huesos se quebrarse tal y como si fueran arcilla.
No soy ningún rival para él. Pero recuerdo que logré llamar al 911, ellos deben de tener un rastreador de llamada y deberían de ubicarme sin problemas, aún cuando no pude dar mayor información. Tal vez, con suerte, se está escuchando como este energúmeno me está machacando. Solamente debo de dar tiempo, mi única esperanza es que no me maten antes de que llegue la policía. Mis gritos de dolor son en vano, no existen los héroes, mis vecinos son unos cobardes.
Ojo Negro me ha golpeado de todas las maneras, siento como mi cara se deforma tras cada puñetazo. Él no hace ningún ruido, no dice absolutamente nada, solamente puedo ver la satisfacción en su mirada tras cada golpe. Las sirenas de la policía se escuchan a lo lejos, pero el psicópata alcanza la que era mi navaja, y me apuñala a un costado del abdomen, con la intención de que grite como nunca antes. La policía comienza a golpear el portón de mi casa, yo solo espero que lo rompan rápidamente. El asesino sitúa la navaja en mi yugular, comienza a cortar lentamente. Todo se oscurece.
Pero logré despertar. Ojo Negro me destruyó, tengo lesiones muy graves en todo el cuerpo. Por un par de centímetros fue que no me logró cortar la vena retromandibular. Los policías lograron entrar y disparar antes de que Ojo Negro sumará una víctima más. El disparo no fue mortal, lo arrestaron y le dictaron una cadena perpetua en la cárcel de mayor seguridad del país bajo los cargos de homicidio doloso e intento de homicidio.
Ojo Negro no olvida, él no deja ir a testigos. Él siempre va a encontrar la forma de huir y saldar sus cuentas. No hay escondite de él, no hay entrenamiento o arma que lo vaya a detener. Lo único que han logrado es aumentar mi agonía.
Hyboor
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